lunes, 10 de octubre de 2011

La llegada

Me despertó el ruido de la calle. Ví decenas de policías frente a mi casa.Tomé el teléfono, pero estaba tan nerviosa que no sabía a quien llamar.
Me asomé por la ventana.Un policía me vió e inmediatamente me hizo señas de que bajara. Tenía miedo pero aún así baje.
Al salir de mi casa, el policía preguntó mi nombre. Al ver que no le respondía, volvió a preguntarme ; Liliana , respondí . Pude ver que todos mis vecinos estaban afuera, desconcertados igual que yo. El policía anotó mi nombre y se fué. No sabía lo que realmente sucedía pero presentía que no era bueno. A  lo lejos, veía una gran cantidad de patrullas y aproximadamente de tres a cuatro policías frente a cada casa.
Cuando era pequeña siempre fui miedosa. Sufría de ataques de ansiedad cuando algo me asustaba y nunca supe controlarme. Ahora me pasaba lo mismo, las manos me sudaban, cada vez me costaba mas respirar y sentía que el corazón me latía a mil por hora. Volteaba a ver a la gente que se encontraba en la calle esperando que alguien dijera que pasaba, pero parecía que los policías cuidaban que no platicáramos unos con otros.
Sonó el teléfono. Pensé en ir  a contestar a pesar de la mirada retadora de uno de los oficiales. Inmediatamente , el oficial me ordenó que no contestara .No podía más.Quería informarme y decidí preguntarle que ocurría. Se acercó y  me dijo que no tenía autorización para dar explicaciones  y que lo único que me pedía, era tomar documentos importantes, un poco de ropa y desalojar la vivienda.
Entré a mi casa. La crisis de ansiedad aumentaba; tenia miedo de que se complicara. Se escuchó que gritaban mi nombre. Salí y vi al oficial que me dió las indicaciones.Dijo que  de favor le mostrara una identificación oficial. Le había mentido. Mi nombre no era Liliana....
Le mostré mi identificación. Me miró molesto y dijo que  saliera de la casa. Obedecí su orden.
En la calle se encontraban varias señoras que me hicieron un cuestionario. Tuve que anotar edad, lugar de nacimiento, nombre, tipo de sangre, estado civil, si estudiaba, si trabajaba, si tenia hijos, pero lo que mas me sorprendió, fue la exagerada cantidad de preguntas sobre la religión.
Una vez contestado el cuestionario, nos fueron separando en grupos. Al poco rato, me dí cuenta de que me encontraba con  personas que jamás había visto.El oficial nos explicó que  llegarian unos autobuses, los cuales, nos trasladarian a un lugar mas seguro.
No sabía que pensar,hasta que una mujer aclaró mi gran duda. La iglesia católica, había ordenado acabar con cualquier persona que siguiera  otra religión.


( Final)

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante la idea de tu blog compañera. Sólo te recomendaría revisaras las cuestión relacionada con algunos acentos. Pero muy bien. =)

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